Actitud de un Conquistador
Llegar a Estados Unidos, o a cualquier lugar que no sea el nativo de una persona tiene retos y situaciones que desafían nuestra ilusión y esperanza. Enfrentar una cultura diferente y un lenguaje desconocido puede crear un estado de ansiedad y preocupación del cual no estábamos acostumbrados en nuestros países de origen. La vivienda, el circulo de apoyo ausenté, medios de transportación, trabajo y familia comienzan a consumir nuestras energías buscando asimilar los cambios rápidos y sin tener la información necesaria para navegar estos y otros retos de llegar a este país.
No hay duda de que millones de personas a través de pasadas décadas han experimentado lo que hoy nosotros experimentamos. Si buscamos en el lugar correcto y con personas correctas encontraremos que hay posibilidad de sobrepasar las dificultades y retos que ahora enfrentamos. Aunque la realidad es que hay cierta dificultad en asimilar el cambio cultural, también es cierto que una actitud correcta frente a estos retos es igual de necesaria para poder alcanzar nuestra meta de mejorar y alcanzar un estilo de vida que promete un mejor futuro para nosotros y nuestra familia.
En Genesis 29 encontramos la historia de un hombre llamado Jacob y su llegada a una región llamada Harán luego de salir huyendo por haber engañado a su hermano Esaú. En esta historia, veremos como Jacob aun cuando fue engañado por su tío Labán, tuvo una determinación en seguir en la persecución de lo que él deseaba en su corazón y no se rindió hasta conseguir lo que quería. En este caso, Jacob deseaba conquistar a una mujer la cual le fue prometida luego de trabajar unos años solo para luego encontrarse con unas condiciones que no fueron las iniciales o lo que el tenía en mente. Aun así, estuvo decidido a hacer lo que fuera necesario para alcanzar la conquista de esta mujer que el tanto amaba y quería tener.
Esta historia nos servirá de base para encontrar la conducta o actitud necesaria que podemos aplicar a nuestra llegada aquí a la nación de los Estados Unidos para alcanzar nuestras metas y la de nuestros seres queridos. Comencemos con la claridad de nuestra meta, esto es, a donde queremos llegar en un tiempo definido o como algún paso necesario para movernos hacia adelante.
1.Una Meta o Punto final definido
Vemos como en la historia que utilizamos de referencia, este hombre llamado Jacob sabe a dónde quiere llegar y lo que quiere, así llega a un acuerdo para alcanzar su meta. En el versículo 18, Jacob dijo: “Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor”. Note como él tiene su plan establecido y aunque el tiempo de servicio pareciera ser mucho, Jacob sabía lo que recibiría al final de la jornada. Esta es la pregunta que tenemos delante de nosotros, ¿Qué estás dispuesto a hacer para alcanzar tu meta? ¿A dónde quieres llegar ahora que estas aquí en Estados Unidos? Esto no es una pregunta fácil de contestar, requiere determinación, claridad mental y una voluntad que va por encima de las emociones y pensamientos negativos que apuntan a lo imposible.
2. Una Voluntad feroz
Encontramos que Jacob luego de haber cumplido con su parte del acuerdo, fue engañado y tuvo que trabajar unos siete años más para recibir lo que el deseaba, Raquel. Situaciones como estas, pueden traer desanimo, frustración y en muchas ocasiones nos dejan sin fuerzas para seguir luchando. Cuando enfrentamos retos o decisiones hay la posibilidad que comencemos a evaluar si lo que estamos a punto de emprender es un acuerdo favorable o justo para las dos partes. Es importante mantener presente durante esta toma de decisiones la meta final. En ocasiones, lo que parece no ser justo puede permitirnos alcanzar un escalón más hacia nuestra meta. Puede que hasta en realidad sea un poco injusto, pero es necesario para la meta mayor. Para enfrentar este tipo de decisión, la voluntad debe ser una que va por encima de lo que veo o siento hoy. Debemos tener un coraje mental para sobrepasar las emociones que nos ciegan para ver el cuadro mayor, el bienestar que se encuentra al otro lado del camino.
3. Paciencia
Paciencia es una de las virtudes más necesarias para enfrentar cualquier dificultad en la vida y, sin embargo, no toda persona busca crecer en paciencia durante su vida. Esta virtud nos permitirá atravesar sufrimiento, dolor con una actitud de perseverancia, nos proveerá fortaleza y retirará de nuestras mentes el lamento que solo podrá aumentar los aspectos negativos de lo que podemos estar atravesando.
Jacob, no se enfocó en lo negativo, no se enfocó en cuan justo o injusto era lo que le estaba pasando, sino que se enfocó en su meta, conquistar a Raquel, lograr casarse con ella era su meta y en eso se enfocó.
Conclusión:
No hay duda alguna que los cambios pueden traer momentos de dificultad para todos los que hemos llegado a esta nación. Pero vemos como un hombre logro sobrepasar los retos con una actitud que le permitió ver más allá de lo que tenía delante de sus ojos.
Te invito a re-enfocar tu mirada en la meta, no en los obstáculos que puedes enfrentar.