No olvides quién eres

Por más tiempo que se permanezca en un lugar, la identidad cultural prevalecerá por encima de cualquier esfuerzo de adoptar tradiciones y cultura de la residencia actual. Tratar de cambiar quienes somos culturalmente será casi imposible por la inherencia cultural que existe en cada ser humano. En cambio, podríamos sugerir que no perder su identidad cultural y/o tradiciones tendrá más beneficios que tratar de convertirnos en algo que no somos.

En ocasiones mantener nuestra identidad cultural abrirá puertas a oportunidades que de otra manera no hubieran llegado como alcanzar un trabajo que requiera hablar dos idiomas y/o ayudar a personas que están limitadas en la comunicación. El alcance comunitario dentro de una organización será mayor si cuenta con personas que puedan allegarse a esa comunidad especifica.

Recuerdo a mi mama repitiéndome constantemente en nuestras conversaciones, “no te olvides de donde saliste ”queriéndome decir que no olvidara mis raíces puertorriqueñas y de las costumbres que nos identifican a nosotros los puertorriqueños. No solo esto tendrá un impacto personal, sino que tendrá un impacto a nuestros hijos y futuras generaciones.

Hay varias razones importantes por las cuales un inmigrante no deberían olvidarse de su cultura al vivir en los Estados Unidos:

  1. Identidad personal: La cultura de origen es una parte fundamental de la identidad de una persona. Mantener y celebrar esta identidad puede proporcionar una sensación de arraigo y pertenencia en un entorno nuevo y desconocido.

  2. Conexión con la familia y la comunidad: La cultura es frecuentemente un vínculo que une a las familias y comunidades. Al mantener viva la cultura de origen, un inmigrante puede fortalecer los lazos familiares y comunitarios, incluso a distancia.

  3. Enriquecimiento cultural: La diversidad cultural enriquece tanto a los individuos como a las sociedades. Al mantener viva su cultura, los inmigrantes contribuyen a la riqueza cultural de su país de acogida, proporcionando diferentes perspectivas, tradiciones y formas de expresión.

  4. Respeto por la herencia: La cultura de origen es a menudo la herencia transmitida de generación en generación. Al honrar y preservar esta herencia, se respeta el legado de los antepasados y se asegura su continuidad para las generaciones futuras.

  5. Adaptación saludable: Integrarse en una nueva cultura no significa necesariamente renunciar a la propia. Mantener un equilibrio entre la cultura de origen y la cultura de acogida puede facilitar una adaptación más saludable y satisfactoria en el nuevo entorno, permitiendo a los inmigrantes conservar lo que es importante para ellos mientras exploran y aprenden de la nueva cultura.

En resumen, recordar y celebrar la cultura de origen mientras se vive en los Estados Unidos no solo es beneficioso para el individuo inmigrante, sino que también enriquece la diversidad y la vida cultural de la sociedad en su conjunto.

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